domingo, 10 de noviembre de 2013

Las minas del ray Salomón.

Uno de esos libros pendientes a los que les tenía ganas desde hace mucho y que posponía.
La historia es genial de principio a fin, pero sobretodo hay que destacar el personaje de Allan Quatermain sin duda genial por su actitud y las perlas que suelta, tanto es así que le tengo ganas a las continuaciones (y por extensión al otro personaje famoso del autor: Ella). Vamos que si la historia ya de por sí merece la pena (una de aventuras para que os hagáis una idea) con el personaje de Allan gana mucho más.
La única pega que le pongo es que en esta edición en concreto no pusieron el mapa que utilizan para llegar al destino, un fallo que si bien no es algo que impida disfrutar de la lectura sí se echa en falta, ya sabéis pequeños detalles que enriquecen la lectura, por suerte como tenía otra edición del libro (sí, tengo libros repes y todo jaja) sí aparecía y pude mirarlo sin problemas.
Finalmente os dejaré un "pequeño" extracto del libro que me encanta y con el que me siento muchas veces identificado:
Y ya sólo me resta disculparme por lo burdo de mi modo de escribir. La única excusa que puedo presentar es que estoy más acostumbrado a manejar un rifle que una pluma, y que no puedo aspirar a los altos vuelos y adornos literarios que observo en las novelas (porque a veces me gusta leer una novela). Supongo que son deseables -estos vuelos y adornos-, y lamento no ser capaz de proporcionarlos, pero al mismo tiempo no puedo evitar pensar que las cosas sencillas son siempre las que más impresionan, y que los libros son más fáciles de entender cuando están escritos en un lenguaje sencillo, aunque quizá no tenga derecho a dar mi opinión sobre este tema. Dice un refrán kukuana que <<una lanza afilada no necesita brillo>>, y basándome en el mismo argumento, me atrevo a esperar que una historia verídica, por muy extraña que sea, no necesita el adorno de las bellas palabras.

PD: Ahora me queda ir pillándome el 2º número de la saga de Allan Quatermain, pero hay tiempo, hasta octubre del año que viene no toca su lectura.

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